Tomado de: www.larepublica.co
Según Asofondos, las cesantías han logrado cumplir su objetivo de ser un mecanismo de ahorro con el que los colombianos empiezan a financiar su vivienda, sea un respaldo para quienes terminen su contrato laboral con una empresa o un puente con los interesados en emprender algún estudio.
Y aunque esos tres motivos son los únicos permitidos para hacer uso de la prestación social, reportes del gremio señalan que por lo menos en los últimos 10 años, el principal fin de los dineros ha sido la compra de vivienda o remodelación de ella, en total las transacciones alcanzaron $15,2 billones.
“Las cesantías también son un gran aliado para quienes quieren casa propia. Y es justamente lo que vimos de manera más manifiesta el año pasado. Se confirma así que guardarlas para grandes inversiones en la vida, como tener vivienda, es una gran decisión”, dijo Santiago Montenegro, presidente de Asofondos.
Hay que señalar que el uso de los dineros para vivienda fue aún más grande que las transacciones que se hicieron por terminación de contratos, pues los en últimos 10 años, $11,1 billones fueron para cubrirse frente a desvinculación laboral.
Por otro lado, en los registros de 2017 las cesantías que usaron los colombianos fueron $5 billones. Sobre este valor, 53% tuvo que ver con adquisición de inmuebles, pago de cuotas hipotecarias o mejoras, por encima del promedio observado en la última década (49%).
Al observar el comportamiento de los retiros, se evidencia que casi 60% de los retiros para compra de vivienda en 2017 se realizaron entre febrero y mayo, mostrando que buena parte de los trabajadores colombianos cuentan con el pago de sus cesantías el segundo mes. De hecho este año, los empleadores disponen hasta el próximo 14 de febrero para hacer esas consignaciones.
En cuanto a la prestación social, el año pasado, $1,7 billones fue para quienes terminaron su vínculo laboral con alguna empresa, es decir 33,6% sobre el total de retiros y 3,7% más frente a 2016.
“Recomendamos al trabajador que conserve sus cesantías en su cuenta, que no las considere plata de bolsillo, que las tenga como una especie de colchón o de seguro que podrán usar para situaciones difíciles, como es la pérdida de empleo”, agregó Montenegro.
Con base en que las cesantías pueden ser un seguro para el desempleo, hay que tener en cuenta que según la Gran Encuesta Integrada de Hogares realizada por el Dane, en agosto de 2017 se evidenció que la tasa de desempleo aumentó en 10 de los 24 departamentos evaluados; zonas que concentran 34% del total de población en edad de trabajar y 38,3% del total de desocupados.
Sin embargo, los afiliados a fondos de cesantías de estas regiones solo corresponden al 23% del total, por lo que los restantes estarían desamparados.
Rendimientos en AFP
Los trabajadores tienen derecho de elegir cómo una AFP puede administrar sus cesantías, es decir si lo que busca es un multiportafolio a corto o largo plazo.
El largo plazo puede ser una buena opción para aquellas personas que no tienen previsto usar las cesantías al menos en un año. El corto está estructurado para quienes tienen proyectado el uso antes 12 meses.
Por otro lado, algo que está en proceso de pedagogía por parte de las compañías administradoras de fondos es que los trabajadores independientes pueden acceder a las cesantías, pero de forma independiente. Sin embargo, la cifra de los que lo hacen aún es baja. A noviembre, entre las AFP no eran más de 850.000 las personas que están en esta figura de ahorro voluntario.
Finalmente, así como un empleado puede retirar la prestación solo por vivienda, educación o desvinculación, el que trabaja por cuenta propia tiene libertad de retirar los activos en cualquier momento, así como que sus aportes debe hacerlos de manera autónoma.